Geometría y magia

La escultura de amador sugiere la idea de un ajustador que fuese al mismo tiempo un mago: en un prisma revela curvas interiores que nadie sospechaba que estuviesen ahí dentro escondidas. Sus creaciones tienen relación con esos juegos de ingenio que consisten en encajar diversas piezas irregulares, una vez situadas convenientemente, forman un cubo. Es lo suyo una investigación sobre los cuerpos geométricos, a fin de descubrirles las vísceras y los músculos ocultos bajo su impasible apariencia geométrica. En este sentido, algunas de sus obras podemos considerarlas como esculturas cambiantes, puesto que podemos articular a nuestro gusto sus partes constitutivas, disponerlas y ordenarlas caprichosamente, en la seguridad de que nunca dejarán de constituir un bello conjunto. Se podrá decir de estas esculturas de amador que son un acorde perfecto, cuyas notas podemos invertir sin que el acorde pierda su función.

Una seria, honesta y prolongada búsqueda de los “secretos” de la forma, como la que a través de los años creó amador, es prueba de su vocación de artista y garantía de que en estas últimas creaciones suyas existían y reflejaban ser más que un mero ejercicio ingenioso.

José Hierro.